No existen los príncipes
- Mateo Loza
- Jan 15, 2021
- 7 min read
Updated: Feb 11, 2021
En mi sentar los pensamientos recorren todos los pasillos de la casa que me aloja, el reloj de mi pequeño cuarto de viajero hace un fuerte ruido todo el tiempo , no tengo televisión porque no me da el dinero pero tengo la única ventana que le da el sol por la mañana , la única luz que necesito .
He olvidado el sonido de mi madre cantando , cuando lo escucho soñando despierto llorando y recurro a deslizar mi cama hasta la ventana para fumarme un cigarrillo entrecortado de recuerdos .
Este viaje en realidad es una cirugía a mi alma , salí de mi casa un lunes mientras mi cabeza me gritaba que era una mala persona, indecente y sobre todo ciega , carente del sentido del abrazo.
Me encuentro en una casa dentro de un tren , o más bien como yo lo veo , un tren dentro de una casa , este tren recorre toda la costa del continente americano que da hacia el Océano Pacífico y después va a todos los mejores teatros .
El fin de este tren es curar almas , hacerlas brillar en su totalidad , que le encuentren sentido a las letras y disculpen a todo lo vivido antes de subirse a esta aventura .
Nací con el destino de ser agua pero la ciudad donde crecí fue en la del fuego , el fuego no es opuesto al agua pero en mi niñez confundía el fuego con la estupidez , por eso antes no conocía mi fuego interior solo era un niño .
Escape de mis padres , tratando en aquel entonces de escapar del supuesto fuego, no escape de nada , solo empecé a caminar solo y por lo tanto analizar en viento frío mis pasos .
Doy inicio al relato del viaje que me hizo libre .
Capitulo 1
“Todos nacemos con un cáncer y hasta que lo matamos empezamos a vivir “
En una montaña , lejos de los vientos contaminados , cerca de la guitarra y de los árboles , un lugar como todos los lugares , hermosos y a la vez peligrosamente cegadores de las verdaderas razones del dolor , cigarrillo en mano desde que cumplimos 5 añitos , a todas las comidas les ponemos azúcar y a los zapatos sal , nadie nunca reclama porque todos en la calle cantan sus lágrimas mientras bailan el presente .
Vivimos muy arriba , no llega el olor del mar a ninguna boca ninguna vez , toda canción es poema de ayer, de hoy y de los amaneceres de la mañanita siguiente , niñas y niños son incapaces de inventar secretos ,todo se dice , a los adultos les gritan sus cicatrices.
Nadie sabe cuantas personas se mueven aquí , pero lo que todos saben es que la montaña es tan grande que el silencio es inexistente, nadie puede dormir , solo soñar con cuantas casas hay y cuantas leyendas podemos llegar a descubrir de los rincones húmedos de las habitaciones , de los callejones , de las piedras y de las avenidas a las que todavía no besa la luz.
Me llamo Incómodo y vaya que le hago respeto a mi nombre , pues en donde los abuelos cantan maravilloso yo ya me aburrí , crecí en una casa mal pintada , mi casa se llama Cielo y podría decir que es de todos los colores y nadie sabe exactamente como es por dentro .
Yo siempre he vestido de azul , yo me quiero llamar como mi casa , mi bella casa , la amo , me encanta la dulzura de mi piano , mi madre y la vida me enseñaron a tocarlo desde que cumplí mi primer año de sonrisas , el mejor regalo de mi vida después de la vida misma .
Fuimos a buscarlo hasta el campo lleno de olivares y centenares de los amigos extranjeros de la familia , mi bello piano ha nacido ahí , fuimos a robarlo , a robárselo a un viejo amigo de mi padre el cuál le debía una robadita.
MI padre me debía un impulso de vida , un nacer , como el qué me dió mi mamá , como el que nos dio la abuela cuando murió y nos dejó el cielo .
En mi primer año de vida no dije una sola palabra , en la ciudad del fuego esto es muy pero muy extraño , todos los bebés apenas nacen les enseñan en los primeros 5 días todos los adjetivos calificativos de los elementos de nuestro mundo , se dice qué es cosa de niños describir el mundo , en cambio , yo , observo y observaba , ese primer año no pude hablar pero vaya que observe y como conclusión entendí uno que otro adjetivo , yo estoy enojado con ellos , con los adjetivos calificativos , mis ojos no sabían como describir a los animales , a los amigues marivolloses que nacieron con el don de bailar y de escuchar almas , , a la lluvia a cántaros mientras mi madre me tiraba una sonrisa , el silencio que solo como bebé he escuchado , a la muerte de todos los viejitos justo antes de cantar maravilloso , a los reencuentros de los eternamente enamorados en su plena juventud , a los teatros , a los poetas con el corazón roto , a la lluvia que después de fuerte tormenta se convierte en un lindo mar , a los abrazos en calzones , al sol y a la luna de todos los día, me pone la piel a temblar de tanta belleza que entra en mi sangre , no sabía como decírselo a las personas con las que compartía sombra hasta que llegó el piano , los adjetivos no sirven, no son tan profundos como el sol .
La mayor duda de mi vida , ¿ Por qué ese piano llegó a mi ? ¿Que le robó aquel amigo a mi padre ?, mi papá no me lo puede contar por qué nunca lo conocí y del amigo no me sé ni su nombre .
He visto su mirada despidiendo su piano hacia mi canto en los dedos , esa persona tenía los ojos negros cuando me vio irme con lo que más amaba , vi la furia en su pecho contenida por las lágrimas y un gran bastón lleno de canas musicales, cuando lo recuerdo no lo juzgo, me recuerda a mi misme.
Ojalá él del bastón de la furia fuera mi maestro, tantos años de dibujar vacíos y llenarlos completamente con armonía te hace recordar que siempre puedes mirar al cielo , yo apenas llevó unos cuántos años , unos cuántos terremotos , unas cuantas despedidas, unos cuantos árboles que he visto caerse a pedazos , he visto a mi mano sangrar y llenar las teclas de color rojo vivo , ese líquido hace que el arte cambié de estado y se vuelva eterno .
Él del bastón de la furia llevaba haciendo toda la vida magia íntima con su piano y yo me lo llevé , ¿ Qué le habrá robado a mi padre ? ¿ Qué tanto le habré quitado yo ? Que intercambio tan épico .
Cuando recuerdo siento que solo recuerdo el fuego de mi ciudad , cuando sueño puedo ver el azul claro y puro en el caminar de las personas que nunca perdoné y les puse el nombre de mi escapatoria.
Me encuentro lejos .
Vivimos muy arriba , no llega el olor del mar a ninguna boca ninguna vez , toda canción es poema de ayer, de hoy y de los amaneceres de la mañanita siguiente , niñas y niños son incapaces de inventar secretos ,todo se dice , a los adultos les gritan sus cicatrices.
Nadie sabe cuantas personas se mueven aquí , pero lo que todos saben es que la montaña es tan grande que el silencio es inexistente, nadie puede dormir , solo soñar con cuantas casas hay y cuantas leyendas podemos llegar a descubrir de los rincones húmedos de las habitaciones , de los callejones , de las piedras y de las avenidas a las que todavía no besa la luz.
Me llamo Incómodo y vaya que le hago respeto a mi nombre , pues en donde los abuelos cantan maravilloso yo ya me aburrí , crecí en una casa mal pintada , mi casa se llama Cielo y podría decir que es de todos los colores y nadie sabe exactamente como es por dentro .
Yo siempre he vestido de azul , yo me quiero llamar como mi casa , mi bella casa , la amo , me encanta la dulzura de mi piano , mi madre y la vida me enseñaron a tocarlo desde que cumplí mi primer año de sonrisas , el mejor regalo de mi vida después de la vida misma .
Fuimos a buscarlo hasta el campo lleno de olivares y centenares de los amigos extranjeros de la familia , mi bello piano ha nacido ahí , fuimos a robarlo , a robárselo a un viejo amigo de mi padre el cuál le debía una robadita.
MI padre me debía un impulso de vida , un nacer , como el qué me dió mi mamá , como el que nos dio la abuela cuando murió y nos dejó el cielo .
En mi primer año de vida no dije una sola palabra , en la ciudad del fuego esto es muy pero muy extraño , todos los bebés apenas nacen les enseñan en los primeros 5 días todos los adjetivos calificativos de los elementos de nuestro mundo , se dice qué es cosa de niños describir el mundo , en cambio , yo , observo y observaba , ese primer año no pude hablar pero vaya que observe y como conclusión entendí uno que otro adjetivo , yo estoy enojado con ellos , con los adjetivos calificativos , mis ojos no sabían como describir a los animales , a los amigues marivolloses que nacieron con el don de bailar y de escuchar almas , , a la lluvia a cántaros mientras mi madre me tiraba una sonrisa , el silencio que solo como bebé he escuchado , a la muerte de todos los viejitos justo antes de cantar maravilloso , a los reencuentros de los eternamente enamorados en su plena juventud , a los teatros , a los poetas con el corazón roto , a la lluvia que después de fuerte tormenta se convierte en un lindo mar , a los abrazos en calzones , al sol y a la luna de todos los día, me pone la piel a temblar de tanta belleza que entra en mi sangre , no sabía como decírselo a las personas con las que compartía sombra hasta que llegó el piano , los adjetivos no sirven, no son tan profundos como el sol .
La mayor duda de mi vida , ¿ Por qué ese piano llegó a mi ? ¿Que le robó aquel amigo a mi padre ?, mi papá no me lo puede contar por qué nunca lo conocí y del amigo no me sé ni su nombre .
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